domingo, 11 de septiembre de 2011

MATERIALES.

El material usado para los árboles de levas ha de ser tal que resiste el notable roce debido al frotamiento contra los balancines. En general, para motores de grandes series, se utilizan fundiciones esferoidales o nodulares templadas, que alcanzan una dureza notable y conservan un coeficiente de rozamiento muy bajo, resultando el costo de la fusión muy pequeño. Para motores de mayores prestaciones, los materiales usados son aceros de cementación, cementados y templados hasta durezas de 60-62 HRC; en general se parte de una pieza estampada.

El árbol de levas posee unos elementos constituidos por material fundido endurecible con un límite de alargamiento mayores a 500 N/MM2 y una dilatación mínima de 1 hasta 2%. Por la composición del material de los árboles de levas existen dos grupos: acero y/o fundición.


Se conocen árboles de levas que están fabricados de una pieza, es decir, forjados o fundidos. Las superficies de deslizamiento de las levas que sufren el desgaste están refundidas mediante haces de láser, haces electrónicos o TIG, según un tratamiento mecánico por arranque de virutas o, por ejemplo, endurecidas inductivamente o según un proceso térmico/químico. Además, se conoce el fabricar árboles de levas a partir de piezas individuales. Las levas individuales se llevan al árbol y se unen con éste mediante soldadura, se montan a presión o en caliente. Con ello, se elimina de una vez el defecto del gran peso de los discos de levas macizos, dado que el árbol puede ser un árbol hueco, sin embargo, el esfuerzo de fabricación es aún muy alto.

Pueden utilizarse además materiales cerámicos para su realización. Estos tienen la ventaja de producir, con las máximas resistencias al desgaste y el peso mínimo, los árboles de levas más ligeros. Otra configuración ventajosa del árbol de levas consiste en que el tubo está hecho de aluminio o titanio. De esta forma, el árbol de levas es muy ligero.


Su fabricación puede ser en procesos de fundición, forja, árboles ensamblados, suelen someterse a acabados superficiales de tratamientos térmicos, cementado, etc, que sirven para endurecer la superficie del árbol pero no su núcleo. Posteriormente son maquinados para dar los acabados finales y la precisión requerida.


 



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